sábado, 18 de febrero de 2017

Eskimo Dancer

Difícilmente se encuentre una mejor combinación entre el nombre de una marca y del modelo de un bote: El bailarín esquimal.

La combinación es casual, ya que Eskimo era el nombre de una fábrica de kayaks ubicada en Castelar que cerró sus puertas en los '90 y que comercializaba kayaks basados en modelos extranjeros. En algunos casos se conservaba el nombre original (Dancer, Eclipse) y en otros se lo cambiaba, como el Expedition, que debería haberse llamado Chinook si se conservaba el mismo criterio.


El Dancer originalmente fue desarrollado y comercializado por la firma americana Perception entre la segunda mitad de la década del '80 y la primera de los '90. Casi ningún kayak de aguas blancas ostenta el privilegio de haber estado vigente en el mercado más de 10 años y quizás el único que podría igualarlo en este aspecto sea el RPM de Dagger, que "inspiró" nuestro Jump de Atlantik.

Eric Jackson, fundador de Jackson Kayaks, 1984:



Determinadas necesidades (bajar ríos, bajar y jugar, jugar) tuvieron como consecuencia el desarrollo de modelos cada vez más específicos y, en términos generales, bastante más cortos que los tres metros y medio que caracterizaban al Dancer.

Más allá de que hoy se lo pueda considerar obsoleto como kayaks de aguas blancas, ostenta el privilegio de haber puesto más gente en el agua que ningún otro bote... aunque quizás se encuentre en un empate técnico con el RPM. Obviamente, siempre hablando de ríos de montaña.

Además de Eskimo, otra marca nacional que comercializó el Dancer fue la marplatense QSKO, que lo denominó "350":



En el delta del Tigre, es un excelente multipropósito (all-around) con el que se puede ir hasta el Paraná y divertirse mucho con las lanchas:






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